viernes, 13 de junio de 2008

El tren y la mediática del Ecuador en el siglo XIX

El cambio que experimentó el Ecuador el 25 de junio de 1908 con la llegada del tren, generó reacciones críticas por parte de los principales medios de comunicación escritos de la época. Por su tendencia conservadora provocó en los grupos de poder, contrarios a la nueva filosofía liberal que aplicó el gobierno del Gral. Eloy Alfaro Delgado, divulgaran campañas ambiguas a esa obra pública.

Las empresas mediáticas facilitaron la circulación de cientos de rotativos en las principales ciudades del país. Por lo general las metropolis de Guayaquil, Quito y Cuenca eran las que predominaban la opinión pública de esa época. Las demás provincias pasaron desapercibidas de la información.

A pesar de que en el siglo XIX, los modelos estratégicos de comunicación carecían de poder, los países de Latinoamérica de a poco se adentraban a las estrategias de persuación y la consecuente aplicación de información de consumo.

Las ideas que elaboraron los articulistas, de esa época, a través de la información estaban destinadas a los grupos conservadores que predominaron en el país antes de la Revolución Liberal liderada por Alfaro.

Por otra parte la población lectora era mínima, mientras que el resto de los habitantes se adentraba a una campaña de alfabetización promovida por el gobierno.

La tesis negativa a la gran infraestructura ferroviaria no tuvo efecto. Por tanto, la comunicación no se condujo de manera canalizada.

Sin embargo, el material de la construcción llegó por vía marítima. El ensamblaje del tren era de origen inglés y llegó por grandes buques que ingresaron al puerto de Guayaquil.

El traslado de la maquinaria a la zona central del país (Chimborazo y Pichincha), lugar que originó el tránsito ferroviario hasta las ciudades costeras de Durán y Guayaquil, produjo inconvenientes por las inusitadas elevaciones del Callejón Internadino.

A pesar de la desinformación que tuvo la población, causó asombro y novedad por la llegada del tren. Muchos asimilaron que era "un gran mostruo de hierro pootente y veloz", debido a que la trasportación de esa época era lenta y poco desarrollada. Los testimonios de los viajeros corroboraban que la velocidad del tren disminuía once de trece días de viaje.

A pesar de que la construcción del tren implicó una gran fuerza laboral, inclusive se importó a trabajadores jamaicanos. Se analiza que esta situación generó el mayor impacto social en la historia republicana del país.


Foto: La construcción del tren unió la Costa con la Sierra y promivó la dinámica comercial de ambas regiones